¿Qué es una línea de crédito?

Una línea de crédito es como una especie de colchón económico que vas a tener a tu disposición siempre que te haga falta. Así, la línea de crédito es un servicio a través del cual puedes tener a tu disposición una cantidad determinada de dinero para usarla cuando te haga falta. Una vez que te hayamos concedido el dinero, lo tendrás siempre disponible, sin pagar ningún tipo de comisión o de interés hasta que lo utilices.

De esta manera, cuando necesites o decidas gastar parte de ese dinero, tú mismo podrás escoger la cantidad que quieras utilizar y el tiempo que quieras tener para devolverla. Gracias a la línea de crédito, el dinero que no hayas utilizado seguirá estando disponible, y solo tendrás que pagar por lo que hayas usado.

Como ves, se trata de un producto muy flexible, que te da el total control de tu dinero y te permite organizar tus finanzas personales como mejor te convenga. Ahora que hemos visto en qué consiste exactamente, vamos a ver cómo podemos sacarle partido.

¿Qué es una línea de crédito para particulares?

Una línea de crédito para particulares permite ir retirando cantidades de dinero e irlas devolviendo poco a poco. Una vez que esas cantidades hayan sido devueltas, volverán a estar disponibles. Además, esta no tiene ningún tipo de comisión, por lo que, mientras no retiremos dinero de la misma, no tendremos que devolver nada ni adquiriremos ninguna deuda.

Si hablamos de cantidades o de plazos de devolución, cada línea de crédito es distinta. Normalmente, al ir destinada a empresas, la cuantía es bastante grande.

Consejos al pedir una línea de crédito para particulares y autónomos

A la hora de usar la línea de crédito, cada uno tendrán sus propias preferencias. Sin embargo, queremos darles una serie de consejos para que los tengan en cuenta:

• No es necesario retirar todo el dinero de la línea de crédito: Es posible que nos hayan concedido la máxima cantidad, pero eso no quiere decir que tengamos que utilizar todo el dinero.
• Analiza tu situación financiera antes de utilizar la línea de crédito: Creditea es una compañía que practica el responsible lending. Eso quiere decir que antes de conceder un crédito analizaremos su situación para darles el producto que mejor te convenga. Igualmente, te recomendamos que, antes de retirar dinero de la línea de crédito, organices nuestras finanzas personales para estar seguros de que podrás devolverlo sin problema.
• Establece un plazo de devolución que te encaje: Con la línea de crédito de Creditea, podemos disponer de un plazo de devolución de hasta 36 meses, por lo que es recomendable usar esa flexibilidad a nuestro favor. Así, dependiendo de nuestras finanzas personales, podemos escoger el plazo que más nos convenga para asegurarnos de que vamos a poder ir devolviendo el préstamo con comodidad.
• Empieza retirando poco dinero y luego, si lo necesitas, incrementa la cantidad: En Creditea nos gusta conocer a nuestros clientes y analizar tu situación para poder prestarles el mejor servicio. Por eso, te recomendamos que hagas lo mismo y que empieces retirando cantidades más pequeñas de dinero. Una vez que hayas podido devolverla con tranquilidad, puedes incrementar poco a poco la cuantía, asegurando así de no tener ningún problema para devolver el dinero.

Diferencias entre línea de crédito para particulares y línea de crédito para empresas

Como comentábamos antes, la línea de crédito estaba diseñada históricamente como un servicio de financiación para empresas. Sin embargo, dada su flexibilidad, en Creditea apostamos por enfocarla también a los particulares, ya que creemos que es un producto muy útil. Tanto es así, que también ofrecemos nuestra línea de crédito para autónomos, porque puede servir también como un préstamo para emprendedores, particulares y para empresas, con sus diferencias a la hora de mostrar las condiciones.

La primera de ellas, y quizás la más notable, es que las líneas de crédito para empresas fueron el tipo de crédito original. Es decir, estas líneas estaban dirigidas únicamente a empresas. Cuando es así, suelen tener algunas comisiones que se van cobrando conforme pasa el tiempo. Igualmente, suelen tener una serie de gastos de formalización y algunas incluso cargan dinero en función de las cantidades que no se estén utilizando.

Por otro lado, las cuantías máximas suelen ser mayores que las de la línea de crédito para particulares, ya que las empresas normalmente necesitan cantidades mayores de liquidez. Igualmente, los periodos de devolución pueden ser algo menores.

Esperemos que ahora tengas todo un poco más claro, aunque, si te queda alguna duda, ¡Te la responderemos encantados!