¿No dispones de la liquidez suficiente, pero sí de una idea genial para poner en marcha una iniciativa solidaria, crear un proyecto cultural sin precedentes o desarrollar un negocio digital que genere un gran impacto? Hasta hace relativamente poco, las opciones que tenía un emprendedor para financiar su empresa pasaban por solicitar un préstamo al banco, acceder a una subvención oficial, pedir prestado dinero a familiares y amigos o echar mano de todos sus ahorros.

Afortunadamente, la consolidación de internet y el avance de las nuevas tecnologías han revolucionado la forma de financiar proyectos. Entre los métodos más novedosos, se encuentran las plataformas de crowdfunding como recurso para aquellas personas que quieran llevar a cabo una iniciativa innovadora y con un cierto grado de repercusión en el entorno en el que se desarrolla. En esta entrada vamos a conocer qué es el crowdfunding y cómo funciona esta red de micromecenazgo.

Crowdfunding: ¿qué es y para qué sirve?

La palabra crowdfunding surge de la fusión de dos vocablos anglosajones «crowd», que significa «multitud», y «funding», que quiere decir «financiación». Como término financiero comenzó a cobrar protagonismo a partir de 2009, cuando aparecieron las primeras plataformas que ofrecían la posibilidad de financiar proyectos de forma conjunta. Pero ¿qué es el crowdfunding?

Básicamente, es un mecanismo de financiación colectiva de proyectos que consiste en recaudar fondos para poner en marcha iniciativas mediante pequeñas aportaciones de muchas personas. A cambio, esas personas reciben algún tipo de compensación. En este sentido, es importante no confundirlo con el préstamo participativo.

¿Qué tipos de crowdfunding existen?

En sus orígenes, esta herramienta colaborativa se destinaba a planes, culturas y solidarios que atraían a un público comprometido, pero su enorme aceptación ha hecho que hoy se utilice para multitud de propósitos. Estas plataformas pueden promocionar desde trabajos de artistas o campañas políticas hasta la construcción de escuelas o el nacimiento de una start-up. En concreto, existen cuatro tipos de crowdfunding o modelos de micromecenazgo:

Donación

Las personas participan de forma altruista, por lo que no esperan obtener un beneficio material a cambio de las aportaciones económicas realizadas. Esta peculiaridad hace que la modalidad de donación se destine mayoritariamente a fines sociales o culturales.

Recompensas o perk-based

En este tipo de crowdfunding se ofrece un producto o servicio como contraprestación a la ayuda recibida. En otras palabras, el benefactor espera recibir algún tipo de retribución a cambio. Por ejemplo, si el proyecto tiene como objetivo la producción de un disco, la recompensa podría ser una entrada para el concierto de presentación.

Acciones o equity crowdfunding

En este caso el mecenas adopta el papel de inversor. Así, en compensación por su contribución económica, el promotor del proyecto le cede participaciones o acciones de la empresa por el mismo valor.

Préstamo o crowdlending

El crowdlending tiene un funcionamiento muy similar al del crédito. El benefactor presta una cantidad de dinero por un periodo de tiempo determinado a cambio de percibir ese dinero más el tipo de interés que se fije en el acuerdo.

¿Cómo funciona un crowdfunding?

Normalmente, el micromecenazgo se gestiona a través de una plataforma online que pone en contacto a los promotores con posibles inversores o mecenas. A continuación, vamos a ver cómo funciona un crowdfunding y qué pasos se deben de seguir para lanzar un proyecto:

• Antes de nada, debemos hacer un pequeño estudio de las plataformas crowdfunding que existen para elegir una cuyo público objetivo sea acorde con nuestro proyecto.
• A continuación, se describe el proyecto en la plataforma, indicando la cantidad que se necesita para llevarlo a cabo y detallando las diferentes partidas en las que se va a invertir el dinero.
• Una vez aprobado el proyecto por la plataforma online de crowdfunding, se establece un margen de tiempo para alcanzar la recaudación de los fondos y se indican una serie de recompensas que recibirán los mecenas en función de las cantidades aportadas. Por ejemplo, si el proyecto consiste en el rodaje de un documental, las aportaciones más modestas pueden recibir como contraprestación aparecer en los títulos de crédito y las más generosas obtener, además de esto, una entrada para el estreno, un DVD original del documental y un CD con la banda sonora.
• Durante el periodo que dure la recaudación de los fondos, tanto la plataforma como los promotores harán publicidad del proyecto en sus diferentes redes sociales y entornos.
• Al finalizar el plazo, si se logra el objetivo de financiación, se materializará el proyecto.

¿Qué plataformas de crowdfunding financian proyectos?

¿Te convence la idea del micromecenazgo? Pues ahora solo te quedaría por descubrir las plataformas de crowdfunding a las que puedes sumarte bien para lanzar tu idea, bien para apoyar proyectos innovadores y creativos. Toma nota de las más conocidas:

• Verkami: se trata de un portal español que está especializado en proyectos creativos.
• Lánzanos: la ventaja de esta plataforma es que acepta todo tipo de proyectos, desde proyectos culturales y solidarios hasta de emprendimiento o relacionados con el autoempleo.
• Ulule: conocida como la primera plataforma de crowdfunding de Europa, es líder en la promoción de propuestas con un gran impacto social.
• Kickstarter: esta plataforma de micromecenazgo afincada en Brooklyn busca sacar adelante proyectos creativos relacionados con el cine, la música, el arte, el teatro, los videojuegos o el diseño.
• Indiegogo: la compañía californiana se ha situado en el mercado como uno de los mejores marketplace para vender y comprar buenos proyectos innovadores.
• Hazloposible: esta organización se encarga de canalizar microdonaciones a proyectos solidarios que precisan financiación impulsada desde distintas ONG.
• Goteo: una red abierta que lidera proyectos de innovación social, rondas y ventajas fiscales para donantes, donde el civismo y la colaboración alrededor de iniciativas ciudadanas, culturales, tecnológicas y climáticas es la base principal de su modelo.

Como has podido comprobar, el crowdfunding es un método de financiación innovador y flexible que permite a los emprendedores llevar sus proyectos a múltiples mercados y públicos con poco esfuerzo, contribuyendo así al crecimiento cultural, económico y social de nuestro entorno. Desde Creditea estamos muy a favor de estas herramientas que pueden ayudar a los emprendedores, por eso te ofrecemos una opción diferente, pero cuyas ventajas han ayudado a muchos: la línea de crédito para empresas, para que encuentres la financiación que necesitas de forma ágil y flexible. Te ayudamos a emprender y estar al día con los pagos.